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"Entendiendo el pasado para complementar el presente. Las armas en Aikido"

Espontaneidad - Estructuración

Para empezar a determinar este punto hay que partir de la base de que O-Sensei M. UESHIBA no sistematizó un conjunto de técnicas programadas con armas en un manual al estilo –kata– de las escuelas japonesas más tradicionales. En cambio, expresaba de manera intuitiva o incluso improvisada paralela a la mano vacía, el concepto que quería plasmar en ese momento, es decir, no nos encontramos de su mano una organización en cuanto a las especificaciones técnicas con armas sino de una aportación complementaria y espontánea. Cierto es, que más tarde tanto su hijo Kisshomaru (sobre todo en mano vacía dentro del Aikikai Hombu Dojo) así como alumnos aventajados como SAITO Morihiro (en Iwama después de la guerra)clasificaron y programaron dichas técnicas para que, por un lado, no se perdieran y, por otro lado, se pudieran enseñar de manera estructurada y evolutiva.

O-SENSEI demostrando junto a un jovencísimo N.TAMURA técnicas de armas

Encuentro de sables donde los parámetros del ‘tiempo/acción-reacción’ se ponen en juego

Breve pincelada originaria

Bien, pero ¿de dónde surge dicha práctica? Hay que tener en cuenta que, dentro del estudio y bagaje del Fundador, tuvo experiencias e influencias de diferentes escuelas tradicionales configurando así su propio sentir, esto lo podemos traducir en matices propios que fue introduciendo como la posición de perfil (hanmi), la distancia de unión (maai), la forma de expresión de la energía (kiai), o incluso en la estrategia de combate contra varios adversarios. Estos conceptos venían de escuelas diferentes a las que él había estudiado de su maestro TAKEDA Sokaku dentro de la Daito Ryu, con lo que claramente se iban esclareciendo las notables influencias que harían ir modificando su concepto hasta la  consolidación del Aikido. Una de esas principales influencias fue la Kashima Shinto Ryu, una de las escuelas donde O-SENSEI se introdujo profundamente firmando con sangre (keppan) como alumno implicado y donde esas influencias darían sus frutos en ciertos movimientos aparecidos más tarde en las secuencias de ken desarrollados en Iwama. Sería finalmente aquí tras las II Guerra Mundial donde se formalizaría la práctica con armas de O-SENSEI con  fines pedagógicos y de difusión.
Por otro lado, también es cierto que muchos de los alumnos  de O-SENSEI que recibieron menos enseñanza en armas por no poder asistir a sus clases, o  no estar disponibles adaptaron otros estilos de sable tradicionales dentro de su práctica. Así pues, no hay un sólo sistema de armas en Aikido, sino varios, que varían en su origen y enraizamiento con las enseñanzas del Fundador.

En lo que hace referencia a las influencias aplicadas al concepto del Jo (bastón) en Aikido, nos encontramos que, según diversos historiadores, hay un conjunto de escuelas y armas que aportarían a O-SENSEI aspectos para la consolidación del llamado Aiki-jo. Desde el uso y características de la guardia (kamae), golpes (tsuki) posiciones y esquivas de la lanza (yari) de la Hozoin Ryu, hasta la bayoneta (yuken) que Ueshiba practicó en el período de la pre-guerra aportándole nociones de guardia y desarme entre otras cualidades. Incluso otra aportación, no poco sorprendente, es que O-SENSEI realizó varios retiros espirituales a las montañas cerca de Osaka y allá se nutrió del manejo del bastón gracias a los Yamabushi (guerreros de las montañas) de la Kukishin Ryu ya que ciertos movimientos son muy parecidos.

 Como criterio y objetivo de todo lo que observamos a lo largo de la vida de O-SENSEI es que la finalidad de las armas era practicar los principios del arte: hanmi,kokyu, maai, deai, ángulos y posicionamiento, entre otros fundamentos. Ueshiba no concebía la práctica de armas y de mano vacía como algo separado, sino más bien como un “todo” dentro de su práctica marcial y espiritual. El Aikido se convertiría, por tanto, en un método de purificación corporal, mental y espiritual (misogi) con todas sus herramientas disponibles.

El Maestro N.TAMURA explicando la relación existente en la técnica al realizarla con armas o sin.

Morote dori (sin arma)

Ken – mano vacía

Según hemos visto O-SENSEI tuvo una fuerte influencia del trabajo del sable para ir configurando la base del Aikido. Precisamente hay muchas técnicas donde se dislumbran los principios del sable, tanto en cuanto que el movimiento es el mismo o está adaptado a la naturaleza del gesto o momento. El poder realizarlo empuñando un boken (sable de madera) para evitar accidentes si fuera con filo auténtico, ha facilitado mucho que se estudie con el apoyo de dicha herramienta para entender mejor su origen y que consolide los fundamentos técnicos y de concepto que se proponen. Varios son los ejemplos donde Tori usa el sable como complemento o guía (en Tachi waza), en situación de Kumi tachi (encuentro con sable ambos) donde se aplican los mismos principios que a mano vacía y, en cambio, otro caso donde se desarma (Tachi dori) al compañero cuando éste nos ataca con el boken.

Jo – mano vacía

Para empezar a determinar este punto hay que partir de la base de que O-Sensei M. UESHIBA no sistematizó un conjunto de técnicas programadas con armas en un manual al estilo –kata– de las escuelas japonesas más tradicionales. En cambio, expresaba de manera intuitiva o incluso improvisada paralela a la mano vacía, el concepto que quería plasmar en ese momento, es decir, no nos encontramos de su mano una organización en cuanto a las especificaciones técnicas con armas sino de una aportación complementaria y espontánea. Cierto es, que más tarde tanto su hijo Kisshomaru (sobre todo en mano vacía dentro del Aikikai Hombu Dojo) así como alumnos aventajados como SAITO Morihiro (en Iwama después de la guerra)clasificaron y programaron dichas técnicas para que, por un lado, no se perdieran y, por otro lado, se pudieran enseñar de manera estructurada y evolutiva.

Kumi jo

Jo nage

Jo dori

Tanto – mano vacía

El caso del Tanto (cuchillo) también tiene su “jugo” donde poder extraer ideas y concepto desde el punto de vista del Aiki. Configuraba el arma corta del samurai con lo que está impregnada de toda la esencia tradicional que se ha mantenido hasta nuestros días. Se suele emplear por lo general, en un trabajo específico de desarme de cuchillo (Tanto dori) pero bien es cierto que nos aporta más sustancia a nuestro entendimiento sobre las líneas de corte e indicadores de dirección en una distancia de aplicación más corta. De hecho y como observamos dentro del panorama marcial son varios los maestros reconocidos quien suelen usar este utensilio en sus clases cotidianas. No debemos olvidar que incluso O-SENSEI hacía servir instrumentos de distancia corta como el abanico (tessen) para explicar precisamente este área específica. Encontraremos varios ejemplos donde Tori usa el cuchillo como complemento y marcador de dirección (en Tachi waza), y, en cambio, otro caso donde se desarma (Tanto dori) al compañero cuando éste nos ataca.

"Mecaniza para lograr la libertad". Secuencias técnicas

Una vez explicada la relación constante que existe entre el uso de nuestras armas de estudio con el gesto a mano vacía, se van a describir a continuación una serie de cualidades que resaltan la riqueza que aporta en varios aspectos al practicante esta interacción con un adversario. Entre otras estan:

La coordinación conjunta entre la energía (ki), el sable o bastón que se empuña (ken-jo) y el cuerpo que sirve de base (tai). Esta unión armoniosa de los tres elementos resultará una baza esencial para conseguir la potencia, determinación y optimización ideal para dar un buen resultado en nuestro objetivo. Como efecto espejo, el buen gesto individual se reflejará en un buen gesto conjunto con el compañero.

Unión de ritmo con el compañero. Sin tener ningún tipo de sobreexcitación o nerviosismo, el establecer unas pautas compatibles entre movimientos hará que el engranaje de la secuencia lleve un proceso natural con lo que el timing (tiempo de ejecución) se establecerá con coherencia y armonía.

“El arte de ver sin mirar”. Como expresaba O-SENSEI “no mires directamente a los ojos de tu adversario si no quieres verte absorbido por él”, hay que trabajar la visión periférica para poder obtener un control integral de los movimientos de Aite. Como si de la hipnosis de una serpiente a punto de atacar se tratara, si fijamos nuestra vista sólo en el sable o bastón de nuestro adversario nos veremos atrapados en él, nos hipnotizará y caeremos en su trampa, en cambio si somos capaces de obtener una visión global podremos actuar de forma más eficiente teniendo un mayor control del oponente.

El espíritu vigilante e inmóvil de la acción que está por acontecer o acaba de suceder. El hecho de crear  situaciones donde una acción provoca una reacción constante nos lleva a desarrollar una excelente capacidad de concentración y de alerta. Este estado con los diferentes movimientos y gestos se va potenciando actuando con serenidad pero al mismo tiempo “sin bajar la guardia”. Ser consciente de todo lo que tenemos a nuestro alrededor en las artes marciales es esencial ya que nos lleva a una reacción intensa y automática frente al estímulo, aspecto que poco a poco se fusiona en la vida cotidiana.

Espíritu de calma. Aspecto fundamental y ligado a todo lo anterior para poder obtener una respuesta directa en su tiempo e intensidad correctos. “La mente debe de estar como el mar en calma no como un dia de tempestad con las aguas enfurecidas”. La acción ya está dentro de la inacción. No hay preparación que le indique al adversario tus intenciones sino que la acción aparece espontánea y determinante en su momento adecuado con la mente clara y despejada.

Con el célebre Maestro Kono Yoshinori en la escuela 2011.

"El objetivo explica los principios"

Como conclusión podríamos extraer varios puntos que reflejarían la importancia y recomendación de estudiar las armas tradicionales de forma paralela a la práctica de mano vacía para notar una mejora general constante.

Efectivamente podríamos destacar también puntos como:

POR TANTO, el estudio de las armas tradicionales japonesas como el sable de madera (boken) y el bastón (Jo) constituye el complemento ideal para entender mejor los principios que rigen las técnicas en AIKIDO. Conceptos como posición, distancia, tiempo de actuación, lineas de corte, desplazamientos, etc se ponen en práctica al mismo tiempo que vamos considerando al arma como una extensión del propio cuerpo. Poco a poco todos los ejercicios que propone el Aiki-ken y el Aiki-jo nos iran reforzando técnica y espiritualmente, dándonos mayor confianza, seguridad y entendimiento.